Esta semana, al escribir La columna de Alfaux, he decidido hacer de ella una carta de agradecimiento a esas grandes cadenas que no cesan en su empeño de ayudar a todos los ciudadanos del mundo; que dan a cada uno lo que necesita; ésas sin las cuales los ciudadanos no tendrían motivos para seguir viviendo.
Gracias a esas grandes empresas que dan trabajo en países muy necesitados como India, Turquía o China. Miles de personas trabajan creando las ropas y calzados que nosotros usamos diariamente, teléfonos móviles con los que hablamos y navegamos por Internet, etc. Qué gran labor. Son las únicas que piensan en los pobres ciudadanos que no tienen para comer, y, ¿qué mejor que ayudarles haciéndoles trabajar sin descanso?
Gracias a esas grandes empresas y, sobre todo, a sus empleados, que cosen nuestras próximas zapatillas, el nuevo pantalón y la nueva chaqueta. Gracias de veras. ¿Qué haríamos sin vosotros?
Gracias por crear una moda entre los jóvenes, que obliga a todos a ir vestidos igual para no distinguirse… pues la desigualdad no existe en esta sociedad. Gracias por esa moda en la que tener la talla de pantalón más pequeña es lo correcto y en la que quienes usan la XXL deben avergonzarse. Gracias por fomentar la anorexia: sin vuestra ropa, las mujeres de hoy en día no tendrían una salud tan buena. Gracias por fomentar las relaciones sociales de los pequeños de la casa: qué mejor que estar hablando con tus compañeros de clase por el móvil nuevo que papá ha comprado porque el otro se había quedado anticuado. Sin ese teléfono, los niños de hoy no hablarían con nadie y tendrían que recurrir a salir a la calle a jugar a la pelota.
Pero, sobre todo, gracias por realizar la mayor de las labores, que no es otra que reducir el precio de vuestros productos durante una semana antes del gran ¡BLACK FRIDAY!. Sí, señor, las empresas saben lo mucho que nos gusta el “viernes negro”, y, ¿por qué hacer en un día lo que se puede hacer una semana? Así pues: ¡corred, insensatos! ¿A qué esperáis? Se acerca el Black Friday y debemos comprar, comprar y comprar. Pero tranquilos, muchachos, porque ya no dura sólo un día: a lo largo de toda esta semana, las tiendas os harán descuentos en sus muchos productos; podréis malgastar el dinero que no tenéis en algo que no os hace falta. ¡VIVA!
La espada de Alfaux
