“En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario”.
![Cartas al Frente: “¿Y si me niego a creer en ello?”, por P. R. B. 1 tumblr_mbjl5wA8w31rwtk2bo1_500[1]](https://pasoalfrente.wordpress.com/wp-content/uploads/2017/07/tumblr_mbjl5wa8w31rwtk2bo1_5001.jpg?w=340&h=481)
Esta frase icónica, escrita por George Orwell en su novela 1984, hacía referencia al peligro de los totalitarismos y a cómo éstos tenían el poder de alienar sociedades enteras, privándolas de libertad o, simplemente, de tener un razonamiento constructivo que permita al individuo ser autosuficiente a la hora de tomar decisiones. Y parece ser que el cada vez mayor alineamiento que nuestra sociedad sufre con los medios de comunicación le está privando de un razonamiento crítico de los acontecimientos y las noticias que nos llegan cada día.
Mucho se está hablando, y no solo en España, sino desde la izquierda y derecha de todo Occidente, sobre que el islam no tiene nada que ver con los actos terroristas que vemos prácticamente a diario. El que diga que se trata de una religión de paz en el siglo XXI, o bien miente o no tiene ni la más remota idea de lo que verdaderamente sucede en el mundo. Y, ¿saben quiénes
son los culpables de semejante ignorancia? Los medios de comunicación y los políticos. Ambos, absurdas marionetas del sistema:
– Los medios de comunicación deberían ser los ojos y oídos del pueblo. Y su responsabilidad se basaría en informar, neutral y auténticamente, sobre los acontecimientos que suceden cada día. A pesar de ser éste su deber, ya que constituyen el nexo entre los acontecimientos y el conocimiento público, han decidido venderse al mejor postor: El Gran Hermano; y esta desfachatez, en la inmensa mayoría de los casos, a nivel global, hace que cada vez más gente se cuestione si de verdad vivimos en una democracia lícita. Pero, pregunto a quien aún dude… ¿crees que los medios de comunicación son neutrales? Porque yo ya estoy cansado de ver cada día en el telediario cómo hablan durante 10 minutos sobre casos de abusos a menores por parte de algún cura o miembro de la Iglesia y, sin embargo, ni se atreven a mencionar el hecho de que, al menos en 10 países musulmanes, existe la pena de muerte por ser homosexual, o que, en al menos otros once, se lapida a las mujeres hasta la muerte por cometer adulterio, o el tabú de que, en muchos de estos territorios, la pedofilia y los matrimonios entre niños y adultos son algo absolutamente legal. Creo que jamás he visto un reportaje cubriendo una noticia así.
– El segundo factor es, como se ha dicho, una agrupación de políticos que son de todo menos fiables. Ya no hablo sólo por los desbocados casos de corrupción, sino por la magnitud de su verborrea, repleta de mentiras, que sólo busca atraer al electorado, en lugar de pronunciar la verdad y condenar las injusticias. Vemos cómo la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se muestra orgullosa de colgar en la fachada del ayuntamiento un cartel que da la bienvenida a los refugiados; más de un tercio de los niños españoles vive en riesgo de pobreza o exclusión social… ¿es que, acaso, todos estos miles no se merecen un cartel, señora Carmena? Por desgracia, ya estamos más que acostumbrados a advertir cómo la izquierda actúa, sin oposición alguna, a modo de social justice warrior, mientras se autodestruye en su propia hipocresía.
Pongo por ejemplo lo que, considero, fue un momento vejatorio para todas aquellas personas víctimas del terrorismo islámico: ver al presidente Obama, el mayor líder del mundo “libre”, afirmar ante las Naciones Unidas que el islam es, como se ha dicho, la religión de la paz por excelencia. Obama, presidente de EE. UU., invasor de pueblos libres, precursor del Estado Islámico, se atrevió, una vez más, a vomitar en público otra mentira aderezada de sangre y dinero. La respuesta es NO, Obama. «Religión de paz» es aquella en la que Dios dio su vida por los suyos, no aquella en la que hay que quitar vidas y torturar en su nombre.
![Cartas al Frente: “¿Y si me niego a creer en ello?”, por P. R. B. 2 PrayForParis_BlueRed_Share-300x300[1]](https://pasoalfrente.wordpress.com/wp-content/uploads/2017/07/prayforparis_bluered_share-300x3001.jpg?w=221&h=221)
Vivimos en un mundo en el que Facebook da la opción de ponerse la bandera de Francia en el perfil para, así, pensar que se hace justicia, que colocar flores mientras se derrama sangre por las distintas ciudades del mundo servirá de algo para frenar al terrorismo. Ya lo dijo Einstein en su momento: «Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo».
Y es que vivimos en una sociedad definida por un patrón de pensamiento que se resume en dos grandes «mandamientos»: 1) Si no es noticia, no ha ocurrido; 2) Has de ser, siempre, «políticamente correcto» a la hora de hablar… y de pensar.
“Y cuando tu Señor le dijo a los ángeles: Yo estoy con vosotros, inspiradle valor a los creyentes que, ciertamente, Yo infundiré terror en los corazones de los incrédulos. Golpeadles [con vuestras espadas] sus cuellos y cortadles los dedos” [Corán 8:12].
P. R. B.