Cabría esperar que este viaje en torno a la evolución del hombre y la mujer se realizara a lo largo de su historia; por ello, debería comenzar por el principio de los tiempos, ya en la Prehistoria, cuando eran los hombres los guerreros que iban de caza para alimentar a su tribu mientras las mujeres, entre cuevas y pinturas, vigilaban el fuego, daban luz y alimentaban a sus familias. Así, la repercusión de ese comienzo trasladó su virtud a la genética, a la biología del ser humano, dotando de una visión lineal al hombre, precisamente por la necesidad de concentración en la caza de animales, y de una visión panorámica a la mujer, encargada entonces de la realización de muchas tareas al mismo tiempo al margen de aquélla. Así hoy, camina el ser humano de acuerdo a sus orígenes y su evolución, haciendo a hombres y mujeres diferentes, tal y como la ciencia afirma.

Hombre y mujer. Sexo masculino y sexo femenino. De acuerdo a una herencia que nos ha diferenciado no en lo social, sino en lo biológico. Por ese motivo, estas líneas deben denunciar la crudeza y la irrealidad que persigue ese movimiento que ha dado lugar al mal llamado feminismo, pues, lejos de la igualdad entre unos y otros, persigue la subversión de roles adscritos a un sexo que desdibuja la identidad (tanto individual como colectiva), así como de cualquier tipo de relaciones y compromisos, algo simplemente inaceptable cuando, efectivamente, resulta evidente que el ser humano no existiría sin la relación entre el hombre y la mujer. En definitiva, la propia naturaleza que sostiene la vida no contempla la ideología o la religión, sino el mero transcurso del tiempo y la transformación del espacio en detrimento de la evolución.

Feminismo. Dícese de la ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres. Se trata de algo que, en la actualidad, ha quedado demasiado alejado de la línea de aquellas sufragistas en busca del derecho a voto a principios del s. XX; de Mercedes Formica, en su implacable lucha por los derechos de la mujer en España; de Marie Curie, en su paciencia y tesón para ser considerada una gran científica y mujer; y, así, de tantos otros ejemplos que, a tenor de los tiempos que corren, parece que no pueden ser considerados. Se parte de una guerra encarnizada que busca levantar a una parte de la población mundial contra la otra, cayendo en la decadencia que conduce, inexorablemente, al fin de una era y casi de la humanidad. Por ello, el feminismo del presente es
un feminismo en decadencia: siquiera contempla la igualdad, como en su origen. Es cierto, no obstante, que esta igualdad en derechos es casi inexistente, aún hoy en día, en ciertos países del mundo, sobre todo por motivos culturales y religiosos, pero establecer como ejemplos principales de esta barbarie el retraso social de estos países no sería sino caer en una falacia del ejemplo claramente inaceptable.
Ideología de género. Concepto volátil y caprichoso que no se asienta en la ciencia, la descripción de la naturaleza y la biología. Filosofía a través de la cual el sexo ya no es originario de la naturaleza, sino una elección de un papel social que se decide autónomamente. He aquí el conflicto y la batalla: ya no es una guerra entre dos sexos, sino entre la ambigüedad de la identidad sexual y la realidad de la naturaleza, observable en todas las especies del reino animal.
Entonces, ¿qué es realmente el feminismo? ¿Qué igualdad se puede perseguir si los actores de esta comedia, entre sarcástica e irónica, no saben siquiera qué son o qué buscan? En definitiva, la progresiva ridiculización del término principal ha dado lugar a la congestión de ideas en mentes confundidas y dócilmente amaestradas. No existe ya la feminidad en el feminismo, pues apenas se sabe quiénes conforman el movimiento y si lo hacen por la lucha real por los derechos o por el mero adoctrinamiento de las masas. Tan sólo se ha conseguido afirmar que la desigualdad se ha instalado en la falsa igualdad, que ahora predica unos valores corruptos y falsos frente a los ya perdidos y olvidados.

Rocío Burgos